«Mi bebé vive en una crisis», «mi bebé enlaza una crisis con otra» o «nunca se acaban las crisis» son cosas que hemos dicho y escuchado más de una vez. Y más de dos.
Mantener con vida a un bebé es difícil y los momentos de tranquilidad tendemos a no disfrutarlos y a no guardarlos en nuestro recuerdo… Por que los momentos duros son los que más nos marcan, sobre todo viviendo en una sociedad que te dice que los niños tienen que dormir del tirón con 6 meses, en su habitación, que tienen que ser independientes, que si piden brazos es tu culpa, que lo has mal acostumbrado.
No vengo a contaros con pelos y señales cuando suceden las crisis, porque o cuento duran, Eso os lo cuento en un vídeo que os dejo aquí para que le echéis un vistazo.
Los bebés que pasan por crisis de lactancia o brotes de crecimiento son totalmente normales y sanos. En las temidas crisis de lactancia no sucede otra cosa si no que el bebé necesita aumentar la demanda ya que, como os podéis imaginar, su estómago crece y necesita más cantidad de leche para llenar ese buchecito. No es que te estés quedando sin leche o que tu leche no sea lo suficientemente buena, incluso en situaciones de desnutrición de la persona lactante, el cuerpo prioriza la fabricación del alimento necesario, con la composición necesaria para la cría a la que está amamantando.
Los bebés que pasan por las «falsas crisis de lactancia» o regresiones como algunos las llaman, son totalmente normales y sanos. Los bebés nacen sabiendo dormir, a su manera. No a la manera en la que un adulto (que ya ha madurado su sueño) necesita. Con el paso de los meses los bebés incorporan fases del sueño y no son pasos atrás, simplemente que al pasar de una fase a otra les cuesta más coger el sueño de nuevo y no hay nada como una buena teta para caer profundamente de nuevo. O los que a los 8 meses solo toleran a sus madres (o a los 25) también son totalmente sanos y normales. A los 8 meses, aproximadamente, descubren que bebé y mamá no son una sola entidad y entonces empiezan a darse cuenta que su lugar seguro, su fuente de alimento, su zona de confort puede desaparecer. ¿Y como te sentirías tú si lo único que conoces desde que naciste desaparece y no sabes si va a volver? Porque el problema es que no saben si vamos a volver.
Pues mal, como se van a sentir. Fatal.

El adultocentrismo nos ha dicho que los niños tienen que ser independientes, comer y dormir como adultos, aunque no sean adultos. Y no se, pero a mi me suena a necesidad de volver a producir pronto y tener peones productores que lo hayan visto desde pequeños. Normalizar que los niños estén en escuelas infantiles desde los 4 meses para que las madres y los padres vuelvan a trabajar como si nada, sus buenas 8 horas, no es lo normal.
En España en este aspecto estamos bastante mal. 6 meses de baja para una madre, que ha gestado y parido, que amamanta, que es el hábitat de un bebé indefenso, recordemos que somos los mamíferos y que nacemos bastante más inmaduros que otros, son un suspiro. El cuerpo no siempre se recupera en ese tiempo y un bebé nunca es suficiente maduro a los 6 meses para entender la separación. Nos hemos alejado de la vida en comunidad, en tribu.
No me voy a meter en el discurso político, en este post, y tampoco me voy a extender mucho más. Pero si que os diré que un bebé que se ha acostumbra a los brazos no está mal criado, no te está manipulando y no tiene mamitis, es un bebé normal intentando sobrevivir y eso se traduce en tener cerca a su pilar básico. Sin más. Un bebé que cambia un poco su forma de dormir es normal, un bebé que solo quiere estar con su mamá es normal (lo siento papá, llegará tu momento, te lo prometo) y un bebé que se duerme o se calma solo en la teta, es normal.
Igual que los adultos, los bebés tienen sus tiempos para todo, para aprender que mamá volverá, para aprender a calmarse sin teta, para aprender a dormirse rápido de nuevo… Solo hay que respetarlos.
Mucho ánimo, lo estáis haciendo genial.